jueves, 11 de abril de 2013


Movimiento Popular Unificado de Panamá
COMUNICADO
Ante la discriminación y los abusos en Honduras y Panamá
¡REPUDIO Y ACCIÓN SOLIDARIA!

Indígenas lenca se "crucifican" exigiendo sus derechos

El Movimiento Popular Unificado de Panamá (MPU), en atención al pedido de solidaridad del Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y de Convergencia de Los Pueblos Ukux Abya Yala, muestra su MÁS ENÉRGICO RECHAZO a la imposición que la empresa Concreto Preesforzado de Centroamérica (para satisfacer intereses de la transnacional china SynoHidro) tiene de construir el proyecto hidroeléctrico Aguas Zarcas, utilizando el río Blanco.  Este proyecto amenaza sensiblemente la vida y cultura de los indígenas Lenca, y ha sido aprobado y patrocinado por el gobierno posgolpista hondureño y todas sus instituciones espurias.

Llamamos la atención de este hecho, porque en Panamá se repite, casi al calco, un cuadro similar con la represa de Barro Blanco, que afecta directamente al pueblo gnäbe, donde, recientemente, un "escuadrón de la muerte", en una acción sin precedentes próximos en nuestro país, asesinó al indígena Onésimo Rodríguez tras haber participado en protestas contra ese proyecto.  Acá también el abuso transnacional y la complicidad gubernamental son la tónica perenne.  Por eso, el MPU saluda y apoya las movilizaciones populares y aprovecha la nueva plataforma de acción solidaria centroamericana que surgió del reciente Campamento Juvenil Centroamericano para responder a los llamados de los pueblos hermanos de Centroamérica con todas nuestras energías.

¡VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO LENCA Y DE LOS HONDUREÑOS!
¡FUERA LOS PROYECTOS HIDROELÉCTRICOS QUE QUITAN AGUA Y VIDA A LOS PUEBLOS DE HONDURAS Y PANAMÁ!
ANTE LA CODICIA DE LAS TRANSNACIONALES Y LA RAPACIDAD DE LOS GOBIERNOS GOLPISTAS Y TÍTERES, 
¡SOLDARIDAD E INTERNACIONALISMO!

Panamá, 11 de abril de 2013.

martes, 9 de abril de 2013


MOVIMIENTO POPULAR UNIFICADO DE PANAMÁ (MPU)
DECLARACIÓN PÚBLICA
MALÍ: RENACE EL COLONIALISMO



               La libertad de los pueblos débiles, la ruptura de la opresión colonial lograda tan a pulso en Asia, América y África, se encuentra seriamente amenazada.  La crisis interna de los grandes países imperialistas que otrora fueron potencias coloniales, los ha llevado, en su desesperación, a recurrir a lo único que les queda, las armas, para atropellar a las naciones cuya debilidad manifiesta se ha debido, primordialmente, a que su antiguas metrópolis y otras naciones poderosas han intervenido para mantenerlas así con el fin de que extraer de ellas las riquezas naturales y humanas que siempre han usufructuado en su beneficio.
               Primero se trató de Irak y Afganistán; luego, de Libia; ahora, de Malí, antigua colonia francesa en el centro-norte de África.  La vieja metrópoli gala, tras conceder o aceptar a regañadientes la independencia de sus ex colonias ultramarinas, aprendió la lección de Indochina, donde perdieron toda influencia, y mantuvieron en sus anteriores posesiones africanas toda suerte de nexos tanto económicos como culturales y sociales disfrazados de “comunitarios” para preservar sus posibilidades de exacción y explotación, aunque ya no tuvieran un dominio político directo.  En el medio de esos tortuosos e intrincados procesos de influencia, aprovecharon para estimular los conflictos internos entre etnias y naciones que la repartición del continente africano durante la etapa colonial no tomó en cuenta al fijar límites territoriales.  El resultado fue que al irse el poder colonialista que cohesionaba por la fuerza y atendiendo a sus intereses a los pueblos africanos, se mantuvo latente el conflicto interétnico e intercultural, azuzado con frecuencia, por razones económicas y geopolíticas, por la antigua metrópoli.
               Pero en la actualidad, la vieja metrópoli ya no puede darse el lujo de figurar como “el gran nivelador.”  Desesperada y asfixiada por el agotamiento de su modelo capitalista, no puede recurrir a la exacción directa de otros pueblos europeos como lo hace Alemania, que es una verdadera potencia imperialista de nuevo cuño cuya participación en el concierto de las grandes potencias coloniales resultó, en su momento, insignificante; por lo que explota a griegos, portugueses, italianos y españoles y no a africanos o a árabes.  Francia no se encuentra en el rango de Alemania, debido a que su peso económico es mucho más liviano en Europa.  Pero como su gobierno “socialista” recién advenido ha prometido el desarrollismo como fórmula para mantener el “Estado de bienestar”, y urgido de no conducir su administración a fórmulas traumáticas como las que reinan en el sur de Europa, ha girado sus ojos, hambrienta y sedienta, a las antiguas colonias con las cuales, por tanto tiempo, había mantenido relaciones de “amistosa hipocresía”.  Ello explica por qué el gobierno de Nicolas Sarkozy tuvo papel tan activo en el ataque a Libia, y que los magros resultados de esa nueva incursión colonialista ahora arrojen a su sucesor, Francois Hollande, a lanzar sus fuerzas de ataque sobre Malí.
               Por lo tanto, no existe ninguna intención justiciera ni humanitaria en el enorme despliegue de fuerza que el gobierno francés ha enviado a arremeter contra el pueblo maliense y contra su independencia.  Quizás la más débil de las potencias imperialistas, y sumida en la necesidad de actuar pronto o perecer, Francia es el primer ariete que el capitalismo decadente, pero aún poderoso por sus armas, hunde en los países de los que sabe que puede abusar.  Todo ello para avasallar a sus pueblos y extraer las riquezas humanas y naturales que la descolonización les había impedido aprovechar directamente.  La desesperación del capitalismo francés ya no está para transar con intermediarios.
               En América, y en todo el mundo, debemos cobrar conciencia de lo que esta agresión de verdadera restauración colonialista significa para los países en desarrollo.  Otros países imperialistas armados hasta los dientes, pero de economía enferma, mirarán pronto hacia el sur para apoderarse de lo que, por décadas, no usufructuaban en forma directa e impedir que otras grandes potencias emergentes echen mano de lo que ellos aún consideran como “suyo”.  Si había habido algún avance en la historia de la humanidad con el proceso descolonizador posterior a la Segunda Guerra Mundial, ese avance hacia la libertad pende ahora de un hilo.  Los pueblos del mundo, pero especialmente aquellos que aún sufren la opresión imperialista, deben mirarse en el espejo de Irak, Libia y Malí, oponerse con contundencia a la intervención colonialista francesa y organizarse mundialmente para derrumbar las aspiraciones coloniales del Imperialismo decadente que busca imponer, a sangre y fuego, su parasitismo sobre naciones débiles.

¡VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO MALIENSE POR SU LIBERTAD!
¡FUERA DE ÁFRICA EL COLONIALISMO FRANCÉS!
ANTE LA DECADENCIA VIOLENTA DEL IMPERIALISMO: ¡SOLIDARIDAD E INTERNACIONALISMO!

Movimiento Popular Unificado de Panamá
2 de febrero de 2013

Movimiento Popular Unificado
 
POR LA NACIONALIZACIÓN DE LA EMPRESA METROBUS Y EL SERVICIO DE RECOLECCIÓN DE BASURA Y ADMINISTRACIÓN DE DESECHOS

Todos los días, los panameños pasan páramo para viajar en bus
 
Durante el mes de marzo de 2013 hicieron eclosión dos importantes servicios públicos de la ciudad de Panamá que son manejados por sendas empresas privadas que, además reciben millonarios subsidios públicos por el mal servicio que prestan: METROBUS y la administración del vertedero de cerro Patacón por la empresa URBALIA PANAMÁ, S.A.
 
Los "diablos blancos" de METROBUS
 
Con la salida de los últimos "diablos rojos" y la entrada en vigencia del monopolio absoluto de la empresa METROBUS (subsidiaria de la colombiana MI BUS) en la capital panameña, quedó evidenciada la incapacidad de esta empresa de brindar un servicio de transporte eficiente para centenas de miles de personas que diariamente usan el transporte público.
 
Semanas antes de la entrada en vigencia de este monopolio, una huelga de choferes que exigía el pago prometido de un salario base de 700 balboas mensuales, terminó con el despido de 800 trabajadores de METROBUS. Despidos avalados por el Ministerio de Trabajo que han tenido repercusión directa en la calidad del servicio que presta la empresa.
 
Decenas de miles teniendo que madrugar a las dos o tres de la mañana para tratar de conseguir un transporte que les lleve a sus trabajos o escuelas antes de las 7 - 8 a.m., o a la hora del retorno a sus casas. Larguísimas colas y rebatiñas para abordar los pocos buses disponibles. El incumplimiento evidente de las frecuencias acordadas. La carencia de puestos de recarga de tarjetas que, además de no ser gratis, implican el pago adelantado de un servicio que no se recibe. Y, cuando, por fin, se ha abordado, se debe viajar literalmente "como sardinas en lata".
 
Todas estas quejas ya se conocían en las rutas que habían entrado en vigencia con antelación (Tocumen-La "24"), pero el gobierno de Ricardo Martinelli y la Autoridad de Transporte (ATTT) no sólo no obligaron a la empresa METROBUS a cumplir, sino que le han pagado multimillonarios subsidios (cuya cuantía no está clara). ¿Quiénes son los socios panameños y colombianos detrás de este monopolio? Nadie lo sabe.
 
El 8 de marzo pasado, mediante Resolución 02, la ATTT le regaló a la empresa METROBUS cuarenta y nueve (49) millones de balboas por la compra de cuatro lotes donde estacionar sus buses. Sin contar el subsidio de 31-39 centavos por pasajero para mantener el precio a 25 centavos (cuyo costo la empresa cuantifica en 64 centavos). ¿Cuánto totaliza anualmente este subsidio? Se estima que entre 30 y 50 millones de dólares anuales. Sin mencionar que el contrato establece que al entrar en vigencia todas las rutas el pasaje subiría de 25 a 45 centavos.
 
Con justa razón la gente clama por aumento de la cantidad de buses, de las frecuencias, por la apertura de nuevas rutas y de rutas que se han cerrado, y por mayores puestos de recarga de tarjetas. Pero estas demandas chocan contra el afán de lucro del nuevo monopolio del transporte.
 
El fuego de Patacón y el negocio de URBALIA


El gran incendio de cerro Patacón se debe a las erráticas políticas 
del Gobierno y de pseudo "opositores"
 
En marzo, el efecto combinado de la sequía y la ineptitud de la empresa que administra el vertedero de la ciudad, en cerro Patacón, se inició un fuego de grandes proporciones que sumió a la ciudad en el humo. El Estado tuvo que a gastar millones en la extinción del incendio.
 
El fuego de Patacón sacó a la luz el negociado detrás del manejo del vertedero. El diario la Estrella (27/3/2013) denunció que el vertedero fue traspasado a la empresa "española" URBASER PLOTOSA, S.A., por el ex alcalde de la ciudad y hoy candidato presidencial del PRD, Juan C. Navarro. El contrato de concesión a 15 años, implicaba supuestas inversiones de la empresa por 30 millones de balboas para producir energía con los desechos.
 
En 2011, con el actual gobierno, Urbaser declara tener "turbulencias financieras" y haber invertido 10 millones (de los 30 prometidos), recibe un "regalito" (subsidio) de 22 millones de balboas para un "estudio" sobre el manejo del vertedero, estudio que ya había sido hecho por la Agencia de Cooperación japonesa (JICA). Y decide traspasar su concesión, por 12 millones, a la empresa colombiana INTERASEO (bajo la denominación de URBALIA S.A.), cuyo dueño es William Vélez, familiar del cuestionado ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez.
 
Interaseo y Urbalia S.A., son a su vez dueños de REVISALUD, acusada por la negligente recolección de la basura en el distrito de San Miguelito. REVISALUD es la mejor prueba del fracaso de la privatización de la recolección de la basura en todos los municipios en que se ha implementado. Y, en el caso del municipio de Panamá, donde la privatización fracasó hace años y es implementado por una entidad pública (Autoridad de Aseo), el servicio sigue deficiente por falta de presupuesto y la negligencia del gobierno.
 
Beneficios privados, maleficios públicos
 
Tanto el desastre del transporte público en la ciudad de Panamá, como el desastre de la recolección y manejo de la basura urbana, tienen un denominador común: la privatización de los servicios públicos. Para colmo, ahora el gobierno se propone avanzar con la privatización indirecta del agua, con el proyecto de "Autoridad del Agua" que se discute en la Asamblea.
 
La privatización de los servicios públicos sólo conducen a pingües beneficios privados a costa del erario publico y el bienestar de toda la sociedad. Ya se habían visto efectos similares con la privatización de la electricidad y la telefonía, que sólo han significado servicios públicos caros y malos para el pueblo panameño.
 
El Movimiento Popular Unificado (MPU) sostiene la única manera de mejorar los servicios públicos, salir del caos actual, garantizar calidad y bajos precios es con laNACIONALIZACIÓN de los servicios públicos, empezando por METROBUS y la recolección y manejo de la basura. Pero la sola nacionalización no es suficiente: exigimos que se creen entidades públicas en cuya junta directiva participen organizaciones representativas de la sociedad, los gremios y los usuarios que reciben el servicio.
 
Panamá, 6 de abril de 2013.